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Apuntando a la sostenibilidad

 

 presidente

 

 

 

 

 

 

Trujillo, 04 de abril del 2017.- Trujillo y La Libertad han demostrado que gracias a su gente y a sus organizaciones pueden superar grandes desastres como los ocasionados por el Fenómeno El Niño (FEN). En un evento sin precedentes –que la Cámara de Comercio junto a los gremios de turismo de nuestra región organizaron, contando con la participación del ministro de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros–, cientos de liberteños se reunieron en la Plaza de Armas para demostrar, al son de nuestra Marinera, que somos fuertes y podemos levantarnos.

Sin embargo, no basta el ánimo de las familias, empresarios y profesionales para recuperarnos. Necesitamos un Estado que responda con vigor y efectividad ante la emergencia. El Niño costero nos ha demostrado cuán vulnerables somos ante los desastres y si no hemos logrado aprender de este fenómeno cíclico y no somos capaces de tomar las medidas correctivas, nos espera un futuro sombrío.

En ese sentido, consideramos que la conectividad vial, el aprovisionamiento de agua potable, la contención de las quebradas que atraviesan Trujillo, la infraestructura de salud y la planificación urbana y territorial; son los principales problemas que deben ser atendidos de manera urgente e integral para reducir la vulnerabilidad de Trujillo y la región La Libertad.

Respecto a la conectividad vial, se debe agilizar la construcción de los nuevos puentes Virú y Moche, que están presupuestados y a la espera de la liberación de tierras para su ejecución. También consideramos importante implementar la carretera Panamericana con otro ingreso por el lado este de nuestra ciudad, a través de la continuación de la construcción de la  prolongación de la avenida Villarreal, la misma que comienza en el futuro óvalo del Alto Salaverry e ingresa a la ciudad para constituir el tercer anillo vial de Trujillo, siendo importante destacar que en ese caso también será necesario contar con otro puente para atravesar el río Moche aguas arriba del puente actual.  Por otro lado, la vía de Evitamiento entre el desvío de Salaverry y el óvalo Huanchaco debe ser de doble vía para evitar riesgos de accidentes de tránsito y descongestionar el tránsito vehicular, haciendo más fluido el tránsito de vehículos pesados.

En cuanto al abastecimiento de agua, es necesario resaltar que en la ciudad de Trujillo el 40 % de pobladores se abastece de agua subterránea a través de pozos tubulares y el 60 % lo hace del agua proveniente del canal de Chavimochic a través de Sedalib. En este último caso, al interrumpirse el flujo de agua del canal madre o de la tubería que traslada el agua desde la planta de tratamiento de Chavimochic, pueden ocurrir dos escenarios: Sedalib solo puede abastecer de agua por dos horas o suspende el servicio de inmediato. En el último Niño Costero, un gran sector del pueblo trujillano sufrió de desabastecimiento de agua potable por aproximadamente 15 días, debido a la rotura del canal madre de Chavimochic y por la rotura de la tubería en la zona del río Moche; en tal sentido, se debe implementar una infraestructura de reserva y aprovisionamiento adecuado para garantizar la continuidad del servicio ante este tipo de interrupciones.

Por otro lado, las quebradas del León, San Ildefonso, San Carlos y del Cerro Cabras están relacionados a la ciudad de Trujillo y cuando se activan en los periodos del FEN ocasionan innumerables daños a la ciudadanía y las empresas, repercutiendo en la economía regional. En tal sentido, se requiere tomar medidas urgentes para desarrollar proyectos adecuados y técnicos que permitan mitigar el impacto de este fenómeno natural.

Respecto a la infraestructura de salud, es necesario contar con hospitales, recursos humanos y equipamiento suficiente para atender de manera adecuada a nuestra población. Ante la última emergencia, se ha evidenciado un alto riesgo de desarrollo de epidemias como las transmitidas por vectores como el dengue, zika, chikungunya debido a la proliferación de los zancudos, así como las enfermedades infectocontagiosas por la acumulación de basura, polvo y escases de agua; en tal sentido, debemos estar preparados para cualquier emergencia de salud que pueda presentarse en estos fenómenos naturales.

Otro factor importante que no debemos descuidar es la planificación urbana y zonificación territorial. El Niño Costero nos ha dejado como experiencia y enseñanzas nuestra falta de planificación urbana, nuestra escasa cultura preventiva y la falta de medidas de contingencia ante los fenómenos naturales; en tal sentido, se requiere iniciar un plan prospectivo a largo plazo con la participación de los agentes del desarrollo local y regional, para generar un documento base que permita en el futuro tener una ciudad moderna, planificada, sostenible y adecuada para vivir y ser visitada.

En ese sentido, nuestra institución ha creado recientemente una Comisión de Urbanismo Sostenible que contribuirá con la planificación urbana y territorial. Tenemos la convicción de que no debemos dejar que Trujillo siga creciendo desorganizadamente, hay que planificar previamente este territorio de tal manera que nuestro trabajo integrado pueda contribuir en la armonía y el desarrollo urbano sostenible de nuestra ciudad; realmente es un proyecto ambicioso que beneficiará a toda la sociedad.

Antes de finalizar quiero expresar mi gratitud a todos los lectores de nuestra revista institucional Visión Empresarial, que desde hace 36 años nos enorgullecen con su preferencia. Los invito a leer esta edición especial por nuestro aniversario y esperamos continuar creciendo junto a ustedes.