19
Julio

¡Descubra las claves para erradicar las malas prácticas y potenciar el éxito en el litigio arbitral!

El arbitraje se ha consolidado como uno de los métodos alternativos de resolución de controversias más utilizados en nuestro país. Sin embargo, a pesar de sus innumerables ventajas, el proceso arbitral no está exento de desafíos.

 

Desde la Cámara de Comercio de La Libertad (CCLL), a través de su Centro de Conciliación y Arbitraje Empresarial (CCAE), viene brindando asesorías gratuitas y personalizas a instituciones públicas y privadas, sobre los servicios de conciliación y arbitraje.

 

Además, cuenta con una destacada nómina de profesionales especializados que ha permitido que consolide como una garantía de imparcialidad y excelencia en la resolución de conflictos empresariales, evitando con ello, las malas prácticas en el litigo arbitral.

 

A continuación, te presentamos algunas pautas fundamentales para eliminar las prácticas inadecuadas en el proceso de resolución de controversias.

 

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Por: Carlos Christian Gonzales Cabello [1]

El arbitraje es uno de los MARC´s más utilizados en nuestro país para resolver controversias dada la celeridad y seguridad del proceso, lo cual se traduce en ahorro de tiempo y dinero para las partes, quienes obtienen una decisión final sobre la controversia emitida por especialistas en la materia, con los mismos efectos que una sentencia judicial. Esta vía funciona respetando las reglas de juego establecidas y actuando de buena fe durante el proceso.

 

Sin embargo, advertimos que intervienen en los arbitrajes algunos litigantes que emplean prácticas negativas, con propósitos distintos a la resolución de las controversias y más destinadas a sabotear un correcto proceso arbitral, buscando desacreditar árbitros cuyo perfil no conviene a sus intereses para obtener su renuncia o recusación, hostigándolos durante las audiencias, denunciando penalmente a los árbitros e invocando de inmediato su pérdida de objetividad (bajo el entendido que un árbitro no puede ser objetivo con una parte del proceso que lo ha denunciado) o entorpeciendo las actuaciones arbitrales para conseguir su alargamiento desmedido y que una correcta decisión (contraria a sus intereses) pierda sus efectos en el tiempo

 

Asimismo, en muchos casos no respetan las decisiones finales plasmadas en los laudos arbitrales recurriéndolos en anulación, buscando (en la mayoría de casos) una segunda revisión de la controversia, sin importar si sus acciones son desestimadas por el Poder Judicial, ya que su real objetivo es alargar innecesariamente la ejecución del laudo arbitral

 

Considero que si queremos que el arbitraje funcione y despliegue frente a nosotros todos sus beneficios debemos comprender que no debe ser utilizado con un fin dilatorio y contrario a la ejecución de una decisión arbitral bien motivada, sino que debe ser empleado bajo el principio de la buena fe que debe primar en todas las relaciones comerciales y con el único objetivo de resolver una controversia entre partes de acuerdo a lo pactado en el contrato y aplicando las normas adecuadas al caso concreto

 

Todos los que nos desarrollamos en el campo arbitral debemos colaborar para desterrar estas malas prácticas identificadas e impedir que proliferen. Existen ya algunos centros arbitrales que inician procedimientos sancionadores contra los representantes y/o abogados de las partes en caso de recusaciones manifiestamente maliciosas o dilatorias, con el fin de brindar estabilidad a las actuaciones arbitrales y que estas no pierdan su eficiencia y eficacia, en beneficio del proceso arbitral

 

Asimismo, en el arbitraje comercial internacional existe la figura de la remoción del abogado de una de las partes cuando se comprueba que este entorpece la función arbitral y pone en riesgo el resultado del proceso, y aunque se cuestiona que podría vulnerar el derecho a la libre elección en materia de representación legal de las partes, lo cierto es que en situaciones excepcionales los tribunales arbitrales podrían optar por este camino en beneficio del proceso arbitral.

 

Son algunas alternativas a reproducir para proteger el correcto desarrollo de los procesos arbitrales y las funciones de los actores que se desarrollan en este campo. No permitamos que las malas prácticas de unos pocos afecten irremediablemente nuestro campo de acción y, por el contrario, colaboremos fortaleciendo un sistema arbitral de calidad que brinde a las partes la solución que necesitan y de manera eficiente.

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[1] Árbitro RNA certificado por Centro de Arbitraje Comercial Internacional - American University Washington College of Law.

Read 699 times Last modified on Wednesday, 19 July 2023 12:34
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