Trujillo, junio del 2018.-En La Libertad tenemos claro cuál es nuestro horizonte de desarrollo. Por ello, a diario trabajamos desde todos los frentes para continuar por esa senda. Nuestra economía, en la actualidad, se encuentra soportada por sectores como la agroindustria, minería, industria y manufactura, por sólo mencionar algunos de los más prósperos; sin embargo, aún tenemos un techo muy alto para llegar a un desarrollo sostenible que es lo que realmente queremos.
En este contexto, hace varios años los empresarios que conformamos la Cámara de Comercio y Producción de La Libertad, vislumbramos la necesidad de contar con un espacio de gran envergadura, en el que se pudieran desarrollar los eventos más importantes que una ciudad en crecimiento como Trujillo iba necesitar en un futuro cercano, y a la vez promover el turismo de reuniones.
Todo comenzó como un proyecto visionario, que hubiese quedado en la mente o en el papel como tantos otros, si es que mis predecesores y los directivos que los acompañaron, no hubiesen tenido el ímpetu necesario para convertir esa idea en una realidad cada vez más palpable, que hoy conocemos como el gran “Centro Empresarial del Norte” (CEN).
Como cualquier gran obra, el camino recorrido para su creación ha tenido altibajos; sin embargo, lo que finalmente ha primado es el interés común de los empresarios liberteños por tener un espacio de convergencia, en el que sin importar el tamaño de nuestras empresas, podamos reunirnos, intercambiar experiencias, hacer negocios, generar nuevos proyectos, disentir cuando sea necesario, pero siempre apuntando a encontrar el rumbo que nos permita alcanzar el desarrollo de la macrorregión Norte, y contribuir con el despegue de la economía nacional.
Por el momento, los esfuerzos se concentran en culminar la primera etapa constructiva en un espacio de 6 Ha., que actualmente presenta un 50 % de avance. En su primera estación se tiene las obras civiles para el sistema hidráulico, el cual capta el agua del canal del Proyecto Especial Chavimochic (PECH) para tratarla, separando lodos, almacenarla en el reservorio, realizar el filtrado correspondiente y bombearla para ser usada en todo el terreno, quedando pendiente la implementación del equipamiento necesario. En la segunda estación se encuentra la subestación eléctrica de media tensión, que permite la toma de la red de energía y su transformación a baja tensión para el abastecimiento eléctrico. En la tercera estación se contempla un cerco vivo perimetral de la primera etapa, que da visibilidad a la delimitación del terreno. En esta etapa se realizó el movimiento de tierras para crear las terrasas multiusos para el desarrollo de eventos sociales y deportivos en una primera instancia, dejando el espacio nivelado para el óvalo proyectado en la Panamericana por Provías, en la intersección con la proyección de la avenida Villareal y el frontis del CEN con la conformación de andenes de ingreso peatonal de la fachada principal.
En la cuarta estación se pondrá en valor un muro arqueológico, el mismo que se convertirá en uno de los más importantes atractivos del establecimiento. Mientras que en la quinta estación, se está edificando el ingreso monumental, con una fachada imponente, resaltando nuestra identidad cultural, reflejando la importancia y solvencia de nuestra institución.
Esto es sólo el comienzo, pero ya podemos afirmar que el Centro Empresarial del Norte logrará hacerse realidad gracias a la unión de esfuerzos del empresariado liberteño, que liderado por la Cámara de Comercio, convertirá sus 22,000 metros cuadrados de extensión en el lugar de encuentros corporativos más importante del norte del país.
