Por: Dr. Jorge Enrique Peirano1
Conforme a la sexta Edición del Estudio publicado en 2019, por el PNUMA, (Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente), en ocasión de la Cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-4), el crecimiento demográfico, la urbanización, la contaminación del agua y un desarrollo insostenible están aumentando la presión del hombre sobre los recursos hídricos en todo el mundo, presión que se ve además exacerbada por el cambio climático.
Promover la eficiencia en el uso, el reciclaje, la captación de agua de lluvia y la desalinización de agua de mar es cada vez más importante para garantizar seguridad del abastecimiento futuro.
El sector agrícola, principal consumidor de agua, necesita un nuevo esfuerzo en la mejora de la eficiencia del uso del agua, al igual que los sectores industriales, minero y el abastecimiento urbano, que permiten todavía gran margen de mejora.
Esta necesidad es imperiosa en el Perú, que, si bien es un país privilegiado por su oferta hídrica (dispone de un volumen anual promedio de 2,046,287 M3 de agua), y es de los 20 países más ricos del mundo en agua con 72,510 m3 cúbicos/habitante/año, tiene como contrapartida que su orografía define tres vertientes, completamente desbalanceadas hídricamente.
Así, el 98,7 % del volumen de la oferta hídrica se concentra en la vertiente del Atlántico, en donde se asienta el 30 % de la población que produce el 17,6 % del PBI; el 0,5 % del volumen se encuentra en la del Titicaca, en donde se asienta el 5 % de la población y produce el 2 % del PBI y; el 1,8 % restante del agua se encuentra en la del Pacifico, en donde paradójicamente se concentra el 65 % de la población que produce el 80,4 % del PBI.
Mejora del rendimiento de redes a través del control inteligente de fugas en las redes de abastecimiento como un medio para proteger el futuro medioambiental
Una de las principales eficiencias que pueden lograrse en la gestión del agua potable son las reducciones de pérdidas ocasionadas por las fugas en las redes de abastecimiento, mediante la utilización de programas tecnificados de mejora continua de rendimiento de redes, aprovechando la toma de datos continua y la inteligencia artificial.
Optimización en el consumo de agua de riego a través de la utilización de tecnologías de riego inteligente
El 80 % del agua que se distribuye en el Perú es con fines agrícolas; sin embargo, del recurso que se distribuye sólo llega a utilizarse un 30 % de manera efectiva.
La agroindustria peruana ha llevado a cabo un enorme esfuerzo de mejora pasando del riego por inundación al goteo, transformando el desierto en áreas productivas, pero es necesario avanzar más, y perfeccionarlo con tecnologías digitales, mediante la implantación de sistemas de riego inteligente.
La toma de decisiones en el riego inteligente, supera los resultados de la periodicidad programada de riego, apoyándose en la monitorización y en la toma constante de datos, que procesa para tomar decisiones automatizadas, más eficientes, y sumidas en un proceso de autoaprendizaje para la optimización del uso de los recursos.
Se utilizan parámetros tales como el momento concreto en el que se debe regar, la frecuencia, los caudales, el tiempo de riego, y otros que son definidos en función del tipo de cultivo, la configuración de la red de riego, el clima, la temperatura, la evaporación y el tipo suelo, optimizándose la cantidad de agua y fertilizante que se necesita en cada momento.
El uso interconectado en tiempo real de estaciones climáticas, sensores de humedad de suelo y plantas, sondas de succión, data loggers con tecnología GPRS, software inteligente de toma de decisiones para la gestión del riego, y drones, no son ya el futuro sino el presente de una gestión tecnificada de riego eficiente, que permite proteger y asegurar el futuro del medio ambiente.
[1] Expresidente Comisión Técnica del agua del Colegio de Ingenieros del Perú CDLL. Asesor de la Alta Dirección de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y gerente inmobiliario de Agroindustrial Laredo SAA.
